Reseña de la fiebre del valle

La fiebre del valle es una infección causada por el hongo Coccidioides que se encuentra principalmente en el suelo del sudoeste de los Estados Unidos y el noroeste de México. Muchas personas nunca se enteran que contrajeron fiebre del valle y se mejoran por sí solos. En un grupo de cien pacientes infectados, aproximadamente en 30 la enfermedad durará semanas o meses, y solo uno o dos de los cien se enfermarán de por vida. Debido a que los síntomas, con frecuencia, no son específicos, la fiebre del valle suele estar mal diagnosticada. Incluso en los casos más graves el diagnóstico puede ser inadecuado al comienzo de la enfermedad, lo que ocasiona la falta de tratamiento y la prolongación de la enfermedad.


¿Quién debería realizarse un análisis para comprobar la presencia de la fiebre del valle?

Si padece durante al menos dos semanas tres o más de los siguientes síntomas, debería realizarse una evaluación para saber si contrajo la fiebre del valle (si es que todavía no se la diagnosticaron):

  • Fatiga/Cansancio

  • Tos

  • Dificultad para respirar

  • Fiebre

  • Mucha sudoración nocturna

  • Inflamación dolorosa en las espinillas

  • Dolor muscular o en las articulaciones

  • Dolor en el pecho

No obstante, no todos deberían realizarse una evaluación para saber si padecen la fiebre del valle.

  • Si no tiene síntomas, no debería realizarse un análisis

  • La evaluación de la fiebre del valle no detecta infecciones anteriores ni predice inmunidad ante una infección futura.

¿De qué manera responde el organismo a la fiebre del valle?

Como muchas otras infecciones, el organismo responde a la fiebre del valle con la producción de anticuerpos. En general, cuanto más grave es la infección, mayor cantidad de anticuerpos se producen. Estos anticuerpos se pueden detectar con análisis de laboratorio y sirven para poder diagnosticar la fiebre del valle.

En un principio, el organismo produce el anticuerpo inicial o inmunoglobulina M (IgM) (anticuerpo precipitina) que se puede detectar a partir de una a tres semanas de la infección. A esto le sigue la producción de un anticuerpo posterior, la inmunoglobulina G (IgG) (también denominado anticuerpo fijador de complemento o anticuerpo FC). La IgM disminuye con el tiempo, la IgG puede persistir más, pero si la infección se resuelve por sí misma, también disminuye, a veces, a niveles que no se pueden detectar. Si la infección se torna crónica, el anticuerpo IgG, por lo general, no se podrá detectar.


¿Cuál es el tratamiento para la fiebre del valle?

La mayoría de las personas que padecen fiebre del valle se recuperan sin tratamiento. Los expertos no están seguros si el tratamiento antifúngico acelera la recuperación o evita complicaciones. Consulte a su médico para saber si necesita tratamiento. Esto es muy importante ya que los medicamentos antifúngicos pueden ocasionar efectos secundarios. Los médicos, por lo general, controlan el progreso del paciente con radiografías de tórax y análisis de laboratorio, según la gravedad y la duración de los síntomas. Tal vez se necesiten consultas frecuentes al médico. Rara vez se requiere cirugía. Las sustancias antibacterianas (antibióticos) no surten efecto sobre el hongo y se deben evitar, a menos que el médico las recete por otro motivo.


¿Qué medicamentos se utilizan para tratar la fiebre del valle? ¿Cuáles son los efectos secundarios? 

Si el médico determina que necesita tratamiento para la fiebre del valle, le recetará medicamentos antifúngicos. El fármaco más común para tratar la fiebre del valle es fluconazol, también conocido como Diflucan®. Existen otras sustancias antifúngicas para tratar formas más graves de la fiebre del valle (incluso azoles y polienos), aunque son más difíciles de administrar y controlar, el proveedor de atención médica decidirá su uso. La duración del tratamiento podrá variar de unos meses a una terapia de por vida en los casos graves.

Todos los medicamentos antifúngicos pueden causar efectos secundarios. Según el fármaco, en algunos casos podría ser la pérdida de cabello, náuseas, vómitos, erupciones, diarrea y dolor abdominal. La anfotericina B puede perjudicar los riñones y requiere mucho control.

Si desea más información, consulte al médico o al farmacéutico.


¿Cómo encuentro a un médico o más información acerca de la fiebre del valle?

El proveedor de atención primaria debería poder diagnosticar y tratar la fiebre del valle de manera formal. Existen muchos recursos disponibles para que encuentre un médico, si no tiene. Cualquiera de los sitios web que figuran en esta página lo guiarán a la clase de proveedor que busca, incluso a especialistas.

Arizona Medical Board (Consejo Médico de Arizona): www.azmd.gov

Arizona Department of Health Services (Departamento de Servicios de Salud de Arizona): www.AZDHS.gov (busque Valley Fever [fiebre del valle])

Valley Fever Center for Excellence – University of Arizona: www.vfce.arizona.edu

Búsqueda de médicos en WebMD: www.doctor.webmd.com

Centros de Salud de la Comunidad Local: www.aachc.org


 

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